Los delegados de la cumbre climática de la ONU COP28 acordaron la puesta en funcionamiento de un fondo para cubrir los daños y pérdidas provocados por las tormentas y sequías causadas por el cambio climático. El presidente de la COP28, Sultan al Jaber, sorprendió en la reunión al llevar la propuesta al pleno el primer día.

La Unión Europea, Reino Unido, Estados Unidos y otros países anunciaron contribuciones inmediatas por un total de alrededor de U$S400 millones para los países con menos recursos que sufren los impactos del cambio climático. Sin embargo, organizaciones de lucha contra el cambio climático dijeron que esa cantidad es totalmente insuficiente para cubrir los costos de los estragos causados en el mundo por el cambio climático, que algunas fuentes cifran en U$S 400.000 millones.

“La cantidad prometida inicialmente apenas alcanza para hacer operativo el fondo, y poco más. Se necesitan miles de millones de dólares para marcar una diferencia sustancial en las comunidades que necesitan desesperadamente ayuda para reconstruir sus hogares tras las tormentas, o para apoyar a los campesinos y campesinas que pierden sus cosechas, o a las personas desplazadas de manera permanente por la crisis climática”, dijo Ann Harrison, asesora de política sobre cambio climático de Amnistía Internacional.

Polémica

Al margen, los que niegan el cambio climático o el papel de la producción y consumo de combustibles fósiles en el aumento de la temperatura global tienen un nuevo defensor: Al Jaber.

Días antes del inicio de la cumbre, el sultán Al Jaber, ministro de Industria de Dubai, directivo de la empresa estatal de petróleo y gas de ese país sostuvo que “no existe ninguna ciencia” que apunte a que la eliminación progresiva del petróleo, gas y carbón permita alcanzar la meta del Acuerdo de París para frenar el calentamiento global.

Al Jaber ya había dicho en distintos momentos que no existen pruebas científicas para justificar una salida irrestricta y paulatina de los combustibles fósiles, y que tampoco es posible el desarrollo sin ellos. El problema es que ahora es el anfitrión de la COP28, la Conferencia de las Partes que tiene como objetivo evaluar la aplicación del Acuerdo de París.

La filtración, ayer, de unas declaraciones suyas, del 21 de noviembre (nueve días antes de arrancar la COP28), en las que se desliza por una delgada línea argumental hasta asomarse al precipicio del negacionismo climático, han desatado un escándalo.

Las declaraciones las hizo durante en una conversación con She Changes Climate, una organización que busca poner a las mujeres en el papel de líderes climáticas, en el que participaba también Mary Robinson, ex enviada especial de la ONU para el cambio climático. En un momento de la conversación, bastante tensa, Robinson le pregunta si apoya que se tenga que poner fin a los combustibles fósiles.

Y Al Jaber responde: “De ningún modo me sumo a ningún debate alarmista. No existe ninguna ciencia, ni ningún escenario, que diga que la eliminación progresiva de los combustibles fósiles es lo que permitirá alcanzar los 1,5°C”, según el video de ese encuentro que difundió el diario británico “The Guardian”.

Estas palabras, conocidas ahora se suman a otra polémica que se generó unos días antes de comenzar la cumbre, cuando se filtraron documentos, supuestamente del equipo de Al Jaber, en los que se apuntaba a que Emiratos Árabes Unidos podría usar la cumbre para cerrar acuerdos comerciales con algunos países para el uso de combustibles fósiles.

La salida gradual de los combustibles fósiles o phase out es uno de los debates más ásperos en la Conferencia del Clima, en la que participan los representantes de casi 200 naciones.

Al Jaber propone esa reducción gradual sin objetivos concretos y con final difuso. En otras palabras, no se sabe si alguna vez se abandonaría el uso de estos combustibles y no hay compromiso para establecer ese tiempo.

El problema es que la perspectiva de Al Jaber, que tiene claros intereses en que no se reduzcan drásticamente la producción y el uso de energías basadas en combustibles fósiles, choca de plano con la evidencia científica, producida por expertos en clima y convalidada por pares del mundo.

Según Bill Hare, director de Climate Analytics, una organización de asesoría de alto nivel, el argumento de Al Jaber es el “más antiguo de la historia”, y sospecha que los argumentos del presidente de la COP son atravesados por intereses propios.

Las investigaciones apuntan a la necesidad imperiosa de caminar hacia la eliminación de cualquier tipo de combustible fósil para mantener la temperatura global por debajo de los 1,5°C.

Según el Grupo 3 del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), este objetivo podría reducir los efectos ya visibles de esta crisis.

Más de 100 países apoyan una salida gradual de los fósiles. Altos funcionarios de la ONU, como el secretario ejecutivo de la Convención Marco contra el Cambio Climático, Simon Stiell, y el Secretario General, Antonio Guterres apuntan en dirección opuesta.

En la apertura de la COP28, Guterres dijo a los delegados: “La ciencia es clara: El límite de 1.5°C solo es posible si finalmente dejamos de quemar todos los combustibles fósiles. No reducir, o mitigar. Eliminar gradualmente, con un marco de tiempo definido”.